¿Está subiendo el coste de la energía?

Desafortunadamente, el problema de la escalada de precios de la electricidad sigue vigente. Junio será uno de los meses en los que la electricidad se habrá pagado más cara en los últimos años. La ola de calor, junto con el contexto geopolítico convulso, con la guerra de Ucrania como protagonista, ha hecho que el precio se dispare de nuevo. ¿El motivo? El precio del gas, que, como ya se ha dado a conocer por activa y por pasiva en todos los medios de comunicación, es lo que marca el precio de la luz hasta que no tengamos una producción estatal 100 % renovable.

En estos contextos, la existencia de una comercializadora pública como Barcelona Energia cobra más importancia que nunca, ya que, como tiene una vocación social y le vale con ser solvente, sin tener como objetivo acumular beneficios para sus inversores privados, puede ajustar mucho más sus márgenes para absorber estas subidas del mercado, minimizando así el impacto en la factura de sus usuarios y usuarias.
 

¿Está bajando el precio de a luz?

Aunque hayamos dicho en el apartado anterior que el precio de la luz está subiendo, la realidad es que en la factura ha bajado, al menos si se compara con el que debería figurar.

La aplicación de un tope en el precio del gas está haciendo que la electricidad esté más barata de lo que debería estar, o de lo que está en el resto de Europa. Además, una nueva bajada de impuestos, pasando el IVA del 10 % al 5 % para los suministros con menos de 10 kW de potencia a partir del 1 de julio, también contribuirá a bajar la factura total de los usuarios y usuarias.

Dicho de otro modo, la luz está subiendo, pero en la factura no lo está haciendo tanto.

Esto se entenderá mejor en el siguiente apartado.

¿Está funcionando el tope del gas?

Si bien se esperaba una bajada drástica de la factura de la luz con esta medida, la realidad es que, como el coste de la electricidad se ha disparado justamente desde el 15 de junio, la fecha en la que entró en vigor, su efecto no se nota tanto en comparación con la factura anterior a la medida, pero sí si se compara con la factura que tendríamos sin el tope del gas.

Básicamente, la medida consiste en que el precio del gas (el que marca el precio máximo de la energía) tenga un tope predefinido que no pueda superar. Eso sí, como es obvio, todo el gas que entra en el sistema de producción de luz se debe pagar, lo que se llama la “compensación del gas”, pero con esta medida este coste queda diluido, de tal modo que se evita que el precio de la luz sea tan dependiente del coste del gas.

Esto se puede ver claramente en el siguiente gráfico, en el que se constata que el precio de la luz sin la medida sería superior al precio con el tope del gas, que ha provocado, efectivamente, que la factura eléctrica sea más barata:
 

Soluciones reales para bajar la factura de la luz

Estas medidas ayudan a sobrellevar la compleja situación actual, pero paralelamente ya se está trabajando en soluciones reales a largo plazo para disminuir el coste de la luz para siempre.

La principal y más necesaria, no solo por un tema económico, sino también medioambiental, es la transformación de la producción eléctrica hacia un sistema de fuentes de energía 100 % renovables como las que comercializa Barcelona Energia. Esta energía es mucho más barata en el mercado y además no contamina, lo que evita incrementar la emisión de gases que provocan el cambio climático.

A día de hoy, ¿qué tarifa debería contratar?

La Tarifa Variable de Barcelona Energia, como es una tarifa indexada, es decir, con la que se paga la energía según el precio del mercado, y este tiene un tope actualmente, permitirá aprovecharse en seguida de cualquier bajada de precio de la luz.

Además, a día de hoy, es la tarifa eléctrica variable para particulares que tiene un margen de gestión más ajustado del mercado libre, gracias a que Barcelona Energia es una comercializadora pública solvente que no busca maximizar beneficios, sino el bienestar social y el de sus personas usuarias.